El pasado 7 de junio se presentó en el monasterio de Santa María de Fitero (Navarra) el último proyecto que he realizado en el campo de la impresión 3D aplicada al patrimonio. El objetivo del proyecto era hacer más atractivo un capitel del claustro en el que aparece una procesión religiosa que cuenta con la presencia del emperador Carlos V y que tiene detrás una interesante historia que no podía ser explicada por la alta colocación del capitel en la estructura. Por suerte, la solución fue incluso más allá, como ahora veremos, entrando en el campo de la accesibilidad universal.

Fue Héctor Arcusa, arqueólogo y compañero en el mundo de la tecnología aplicada al patrimonio, quien me pidió que participara en el proyecto. Fue él mismo quien llevó a cabo la toma de datos 3D mediante fotogrametría del capitel, de más de un metro y medio de longitud. A partir del modelo generado comenzó el proceso de fragmentación del conjunto en Blender en piezas abarcables en un tamaño de impresión 3D estandarizado, hasta un total de cuarenta. Todas las piezas, que fueron divididas y numeradas, pasaron entonces por un proceso de laminación y posterior impresión con diversas máquinas de tipo Ender 3. Cada una de ellas, impresa con una resolución de 200 micras por capa, tardó en imprimirse una media de 20 horas, lo que hizo un total de 800 horas de impresión. El material empleado fue el PLA, un termoplástico ecológico y reciclable que consigue una alta calidad con una gran facilidad de uso.

Una vez impresas todas las piezas, llegó el momento de ensamblar el puzzle para conseguir la estructura del capitel original. El conjunto fue pegado, postprocesado y reforzado en su interior para conseguir el menor gasto posible de material termoplástico y aun así conseguir la máxima calidad técnica y atractivo visual.

Como último paso, se le dio un acabado con chorro de arena para conseguir una calidad que se asemejara lo más posible a la piedra original, tanto de forma visual como táctil. Es muy interesante destacar que ls intención del proyecto es la de colocar la réplica a tamaño real del capitel en el propio claustro del monasterio, junto al original -para no perder la relación entre ambas piezas-, pero a una altura mucho más apropiada para la explicación detallada de la historia que encierra la piedra tallada -o impresa en este caso-. Además, se realizó, siguiendo las ideas actuales en materia de accesibilidad universal, una réplica de menor tamaño que funcione como maqueta de volúmenes -que puede verse en la imagen inferior sobre la réplica a tamaño natural-, una pieza fácilmente abarcable con las dos manos para que las personas invidentes puedan hacerse una idea del conjunto antes de tocar los detalles de cada figura en la pieza a tamaño real. De esta forma, conseguimos llegar a un nivel más profundo de comprensión e interacción para todos los visitantes que se acercan a conocer el monasterio y su historia.

Para terminar, también se realizó un molde de silicona de la propia réplica impresa para conseguir un segundo capitel y tener la seguridad de que en el futuro se podrían crear nuevas réplicas del mismo si fuera necesario. Este segundo capitel realizado en resina con cargas minerales se encuentra también en Fitero, pero no en el monasterio, sino en el centro de recepción de visitantes de la localidad, sirviendo como un elemento de difusión y, por qué no decirlo, también de decoración, integrando el patrimonio dentro de la idea de turismo en diferentes niveles.

El proyecto de replicación del capitel de Carlos V del monasterio de Fitero ha sido, sin duda, un interesante proyecto, pionero en su campo y que abre un nuevo mundo de integración tecnológica con sentido en el monasterio de Fitero, haciendo más accesible y social su patrimonio.